foto58Correr con problemas de pie puede ser una valiente empresa, aunque puedes aliviar algo del dolor y evitar mayores problemas. Entre las otras causas más comunes de dolor de pie están los espolones del talón, lo que está causado por el daño al tejido del talón; la tendinitis, que resulta del exceso de uso; y las rozaduras causadas por el exceso de fricción. Normalmente puedes trabajar con problemas de pie menores con una buena rutina y el calzado adecuado, aunque deberías ver a un doctor si hay problemas persistentes o más serios. Una preparación adecuada también puede suponer un mundo de diferencia para un corredor con un pie mal.

Instrucciones

  1. Hidrata tus pies a diario con loción. Unos pies bien hidratados no son tan dados a la fricción, lo que puede causar rozaduras dolorosas. La rutina de hidratación también puede funcionar doblemente como masaje, para ayudar a mejorar la circulación a los pies, que a su vez puede aliviar espolones y tendinitis.
  2. Busca una tienda que se especialice en zapatos para correr y pide a alguien del personal que te ayude a elegir el tipo adecuado de encaje de zapato. Ve a la tienda al final del día, mientras tus pies hayan estado en uso. De ese modo, tendrán una hinchazón similar a la de correr, y los problemas como espolones o puntos de fricción serán más aparentes.
  3. Coloca una inserción en tu zapato si tienes espolones o tienes tendencia a la tendinitis. Los espolones pueden aliviarse con una plantilla con forma de donut que reduce la presión en el tendón de Aquiles. Con el soporte en su sitio, normalmente se reduce la inflamación, facilitando correr con espolones. Los corredores dados a la tendinitis pueden usar una cuña o un soporte de arco. Estos tipos de soporte ayudan a evitar los pies planos asociados con la tendinitis.
  4. Estira antes de correr. Estirar no sólo ayuda a preparar los músculos para el ejercicio, sino que también evita brotes de tendinitis y hacer que los espolones se noten menos. Un estiramiento común es el cierre de rodilla: túmbate en un suelo con moqueta o con alfombrilla y lleva ambas rodillas a tu pecho. Mantén este estiramiento durante 10 segundos y después repite cinco veces. Otro estiramiento, que es para el talón y las pantorrillas, es la puja de pared. Ponte de pie con las palmas contra una pared y los dedos apuntando hacia adelante. Ponte sobre una pierna a dos o tres pies (60 o 90 cm) de la pared, mientras que la otra está doblada con la rodilla arriba. Mantén este estiramiento durante 10 segundos y después cambia de pierna. Repite 10 veces.
  5. Lubrica las zonas de tus pies que sufren mucha fricción. La lubricación, como la gelatina de petróleo, pueden facilitar el correr con rozaduras, y puede evitar también nuevas rozaduras.
  6. Aplica una tirita a cualquier rozadura para reducir un daño mayor y dolor. Las tiritas son compresas con gel con una película fina y pegajosa que se adhiere a la piel para proteger y amortiguar una rozadura.